no son sueños los que me invitan al borde,
ni la escencia del abismo
o la caida sin final,
es el silencio del llamado
es su vacio y su forma de ausentarme
no es lo que va a suceder
no mas.
solo se es el instinto y la vasta presencia
en el salto
en el callar del canto
en el llamado del viento.