Las semillas del collar sobre las monedas que pisa el reloj sin cuerda, desvian la sombra de la pequeña piedra antigua que guarda un animal, mientras comentan su estancia en este vagaje la tarde se queda pensativa, aunque los obreros del frente siguen jalando las pitas. Será el micrófono con su estarse erguido y tanto escucharlo todo, que contagie a los cables y a la tarjeta desenchufada para que asi se anime la mini consola antes que la camara se salga de su estuche y saque a relucir el ojo, ese mismo Cíclope desarticulado que de estar tan armado se ha quedado durmiendo sin motivo... es como es, el cuchilo de palo se ha salido de su jaula, probando nuevos rincones de su espesura, separando nuevos olores y otras fragancias de noche profunda, para bordear otros rincones o ser irreverente a la ausencia de éllos. aqui es y el ponerlo como en anaqueles de madera vieja para verlo de puntitas ya no me llama la atencion, antes de saber el tono de las calaminas y del como hacerme los pies de barro, exhalare sin tregua hasta que finalmente los dedos suelten las ultimas formas para imaginar que ya no soy tan serio.
es la tinta la que desea salir, pero solo se asoman las teclas.