no se cuenta lo que se quiere decir

martes, julio 13, 2010

tres veces tres



A la poca obscuridad entre las tazas
que ayuda a verse entre si,
el desgaste de sus 
únicas orejas.

Como las sombras aparatosas
que se hicieron juguetes
de sus mismas hilachas
mientras se desvestían.

Sumisión - seducción,
aunque como en el vaso,
que se vacía solo de una forma,
se asoma el cómo y ya no el qué.

A mi me gusta, a mi igual y a mi también
bienvenida la puerta, la sin pared.

Pasados de reverberación
en el paso líquido de las formas,
lagrimando agradecido, cenando cenizas, 
develando, floreciendo y muriendo cada fin.

En el verde vascular y sanguíneo
se despierta y duerme el latido
donde vive el triciclo
me gusta el camino.

A mi más, a mi peor y a mi también.


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